En más de una década de trabajar con empresas de suministro de agua de todo el mundo en la implantación de sistemas de Gestión Centralizada de Eventos (CEM), he visto repetidamente que los retos de gestión de la red a los que los administradores creen que se enfrentan son (casi literalmente) sólo la punta del iceberg. Los problemas que subyacen son mucho menos obvios, o incluso invisibles, y sólo se hacen evidentes cuando el sistema CEM lleva algún tiempo funcionando.
7 capas de desafíos: de lo visible a lo oculto
Los retos para la gestión de las redes de agua se manifiestan en siete niveles. Los dos primeros, que son los desafíos del agua no facturada (NRW), son muy visibles. El primero de ellos -las pérdidas físicas de agua y, a menudo, el derroche de energía asociada es el que suele impulsar a la mayoría de las empresas de servicios de agua a embarcarse en un proyecto de Gestión Centralizada de Eventos. Pero después, el proceso de implantación y trabajo con la CEM suele revelar otros retos. En algunos casos, nuestros clientes han encontrado problemas ocultos que pueden haber existido durante mucho tiempo pero que sólo se han hecho visibles después de empezar a utilizar el sistema CEM. En otras empresas de servicios de agua, los directivos eran conscientes de un reto adicional, pero no se daban cuenta de su magnitud ni el cómo abordarlo.
Los retos más reconocidos
Minimizar el agua no facturada es una de las principales prioridades de la mayoría de las empresas de servicios de agua, y a menudo es lo primero en la agenda cuando hablamos con estas sobre los retos a los que se enfrenta su red.
Capa # 1 Pérdidas físicas de agua:
A veces denominadas pérdidas reales, las pérdidas físicas de agua se componen de fugas en la red de transporte y distribución, de las pérdidas y desbordamientos en los depósitos de almacenamiento y de las filtraciones en las conexiones de servicio hasta el punto del contador individual del cliente. Como el reto más visible, el valor de la gestión centralizada del agua para reducir las pérdidas físicas de agua es igualmente fácil de observar. La detección temprana, la cuantificación de las pérdidas de agua y la identificación de las fugas ocultas y de lento desarrollo pueden reducir significativamente las pérdidas físicas de agua, ahorrando potencialmente millones de dólares, especialmente si se incluye el desperdicio de energía.
Capa #2 Pérdidas aparentes de agua:
El consumo no autorizado y la inexactitud de los contadores de los clientes, incluidos los grandes clientes industriales, son habituales y costosos. Sin embargo, la visibilidad de la degradación de los contadores en las instalaciones de los grandes consumidores y los cálculos automáticos del balance hídrico proporcionados por un sistema CEM (Gestion Centralizada de Eventos) pueden generar ahorros con bastante rapidez.
Por ejemplo, una gran empresa Australiana de suministro de agua, sufría importantes pérdidas por el agua no facturada (NRW). Con la primera alerta generada por el sistema CEM, se descubrió una tubería con fugas que, según se reconoció entonces, podía llevar más de dos años con perdida. A medida que seguía trabajando con el sistema, la empresa de servicios públicos empezó a buscar formas pro-activas de identificar zonas con un elevado consumo no medido, identificando puntos de aparente pérdida de agua que luego pudo rectificar. Nos dijeron que el sistema CEM evitó unos 6.5 millones de litros de fugas de agua según un cálculo anualizado.
5 capas de desafíos menos visibles
Capa # 3 Calidad de los datos:
Al haber invertido en sensores en toda su red, muchas empresas de servicios de agua asumen que están obteniendo todos los datos que deberían. Pero los problemas en la recogida y transmisión de datos no son poco frecuentes, ya sean causados durante la implementación o por fallos que se desarrollan a lo largo del tiempo. Estos problemas suelen pasar desapercibidos hasta que el sistema CEM se encuentra en funcionamiento. Un cliente dijo quedar sorprendido al descubrir que el 30% de los sensores de su red no funcionaban correctamente, esto a pesar de que los sensores eran relativamente nuevos. Era la primera vez que tenían algún conocimiento acerca de una brecha en sus datos.
Otro problema relacionado con los datos que afecta a muchas instalaciones de servicios es el “Tsunami de Datos”. Esta, tienen dificultades para hacer frente a todos los datos generados en toda la red y, a medida que pasa el tiempo y su red crece, no pueden escalar para lograr el manejo de volúmenes de datos aún mayores. Al proporcionar una única plataforma que analice los datos de grandes números y varios tipos de sensores, un sistema CEM convierte una inundación de datos incomprensibles en información significativa y fácil de entender.
Capa # 4 Eficiencia operativa:
Muchas empresas de servicios de agua tienen dificultades para gestionar y priorizar la asignación de recursos. Hasta que no están bien involucrados en la implantación de la CEM, a menudo no pueden ver dónde se encuentran sus mayores costes. Un sistema CEM puede facilitar la toma de decisiones informadas sobre dónde dirigir mejor los recursos limitados para conseguir un mayor ahorro.
Por ejemplo, en una empresa de servicios de agua Sudamericana que tenía un alto índice de falsas alarmas de los sensores y por tanto problemas para analizar los datos de los contadores, ignoraba las lecturas que indicaban problemas no resueltos. Como resultado, los esfuerzos de detección eran muy ineficientes: cada 100 trabajos de detección de fugas supondrían 40 excavaciones sin fuga. Sin embargo, una vez que la empresa de servicios públicos tuvo una visión única de toda la información relevante a través de su sistema CEM, que también definió el límite geográfico basado en el DMA de cada fuga y proporcionó una plataforma para facilitar la comunicación entre los departamentos, la tasa de excavaciones sin fuga se redujo en un 50%.
Capa # 5 Satisfacción del cliente y calidad del servicio:
Muchas empresas de servicios de agua nos dicen que luchan contra la baja satisfacción del cliente y la mala calidad del servicio. Quieren mejorar la experiencia de sus clientes y cumplir mejor las normativas, pero los problemas subyacentes son difíciles de ver. Con el tiempo, a medida que un sistema CEM “aprende” de su red, este obtiene una visibilidad precisa de las fugas ocultas y de lento desarrollo, asi como de los eventos relacionados con la calidad y presión del agua. Como resultado, pueden responder más rápida y eficazmente, lo que conlleva ciclos de reparación más cortos, menor tiempo de inactividad del servicio y una presión de agua más consistente, lo que a menudo resuelve los problemas antes de que estos sean percibidos por los consumidores. La experiencia de una empresa regional de servicios de agua en España, que redujo a la mitad el tiempo de reparación de fugas invisibles que de otro modo habrían pasado desapercibidas, no es infrecuente.
Capa # 6 Retención de datos y conocimientos:
La contratación de nuevos empleados expertos para sustituir a su antigua fuerza laboral es un reto para muchas empresas de servicios públicos de todo el mundo. E incluso cuando se pueden encontrar empleados calificados, ¿Cómo sería posible sustituir el profundo conocimiento de la red que los empleados clave han acumulado durante décadas? Es posible que las empresas de servicios de agua cuyo equipo heredado sigue en gran parte intacto, no hayan pensado mucho en esto, pero es un reto que llegará tarde o temprano para muchas de ellas.
Ya hemos trabajado con varias empresas de servicios públicos que han descubierto que con la detección automática de eventos, el panel de control único y fácil de usar para gestionar la información de múltiples fuentes, y el registro histórico de eventos y actividades que proporciona su sistema CEM, son capaces de cubrir las carencias de habilidades y conocimientos de los empleados.
Capa # 7 Retos de planificación:
La capacidad limitada para planificar de forma pro-activa el mantenimiento de los activos es un problema constante que está detrás de muchos de los retos ya mencionados. Al proporcionar información sobre múltiples aspectos del rendimiento de la red, un sistema CEM permite a las empresas de servicios de agua tomar decisiones estratégicas sobre la priorización de las inversiones y la programación del mantenimiento, lo que les permite prevenir pro-activamente muchos problemas y reducir la necesidad de acciones reactivas.